Los polos biomagnéticos de una enfermedad están en resonancia vibracional y energética.
Los polos biomagnéticos son despolarizados por la inducción magnética a través de colocar cargas contrarias a los del padecimiento con campos superiores a 1.000 Gauss.
En tanto se aproximen los focos biomagnéticos, las patologías son más severas y el límite son las estructuras celulares.
Los imanes naturales de mediana intensidad no son tóxicos ni pueden producir iatrogenia menos aún si se aplican en forma dual.
Los imanes naturales de mediana intensidad no alteran la entropía celular o tisular; sólo la ordenan.
El puente de hidrógeno no puede ser roto por el magnetismo pero sí por la electricidad, el calor y la radiación atómica, extrema.
Los pares biomagnéticos regulares identifican a microorganismos patógenos, llámense virus, bacterias, hongos o parásitos.
Los pares biomagnéticos especiales identifican a alteraciones tisulares no soportadas por microorganismos patógenos.
Los pares biomagnéticos disfuncionales identifican a alteraciones de glándulas internas y su producción hormonal.
Los pares biomagnéticos de reservorios identifican áreas con un pH alterado en órganos o tejidos que sustentan virus o bacterias potencialmente y por tiempo indefinido hasta que no se regrese a su pH normal.
Las enfermedades comunes son producidas generalmente por un solo par biomagnético.
Las enfermedades complejas son el resultado de asociaciones de estos pares.
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